miércoles, 19 de noviembre de 2014

Boner, Antúnez de Mayolo y Bianchini, personajes de alto voltaje

A la izquierda el ingeniero suizo Pablo Boner. al centro nuestro sabio Santiago Antúnez de Mayolo, y a la derecha el doctor Gino Bianchini, Gerente General por 30 años de las Empresas Eléctricas Asociadas. (foto cortesía de su nieta Francesca Cipriani).

A propósito de una reciente revaloración del papel de los dos primeros nombrados: Pablo Boner fue el personaje principal recordado en el reciente 50 aniversario de la central de Huinco, organizado por Edegel S.A., Santiago Antúnez de Mayolo es el nombre y la figura del Premio a la Investigación Científica que otorga el Congreso de la República y Concytec; habría que incluir también en la misma magnitud el papel del doctor Bianchini en el desarrollo eléctrico de nuestra capital.

Sin desmerecimientos, Boner fue el eficiente ingeniero a quien las Empresas Eléctricas (a cargo de Vaccari y Bianchini) encomendó desarrollar el plan de centrales escalonadas para Lima. Su trabajo ya estaba decidido a desarrollarse, ya que delante corrían los intereses de una empresa que debía generar previsoramente, más electricidad para una ciudad que crecía hacia la metrópoli. Su frase habitual era: "Lo mismo que he hecho yo lo puede hacer cualquier otro. Nadie es imprescindible".

Por su parte Antúnez de Mayolo fue el genio creador que batalló toda su vida, para ver sus obras hechas realidad. Retornó de Francia dejando una vida profesional provisora, para dedicarla al Perú. Realizó sus primeros proyectos (Cañón del Pato) con su propio peculio y recibió desinterés por parte de los gobiernos de turno, hasta que salió elegido Prado, su amigo, y decidió llevar a cabo el crecimiento energético que abogaba Antúnez y que muchos catalogaban ciegamente como "elefantes blancos".

Pero en esta oportunidad, Boner ha sido recordado olvidándose del principalísimo rol que cumplió Gino Bianchini, el gestor, el visionario y eficaz ejecutivo que decidió, impulsó, aseguró y concretó finalmente el trabajo de Boner. Hoy que vemos tantas obras paralizadas en un país que clama por infraestructura, por inversiones y por crecimiento, debemos entender el magnífico trabajo de personas como don Gino Bianchini.